Una creencia es algo que damos por cierto o seguro en nuestra realidad, a nivel consciente e inconsciente. Las creencias pueden clasificarse en potenciadoras o limitantes.

Cuando nos impiden hacer cosas, nos maniatan y son una dificultad para crecer, diremos que son creencias limitantes. Si, por el contrario, nos impulsan a mejorar, las llamaremos creencias potenciadoras.

• Creencias adquiridas: Lo que hemos escuchado, lo que hemos visto y lo que hemos experimentado.
  ¿Sabes que nos hablamos a nosotros mismos unas 50.000 veces al día, el 80% de las cuales contienen mensajes negativos y ‘repetitivos’?
• Creencias de antepasados: ¿Alguna vez te ha preguntado tu doctor si tienes familiares con migrañas? O ¿Si tus abuelos o padres han padecido de Alzheimer o han tenido problemas de insomnio? 
  Las programaciones subconscientes y creencias adquiridas por nuestros antepasados, pueden ser traspasadas a través del ADN. Podemos venir con un programa incorporado que nos sabotea y posiblemente no seamos conscientes de ello.
• Creencias de la prehistoria: Y si pensabas que ya estaba, es interesante que sepas que el ser humano ha vivido el 99% de su existencia en la edad de piedra del Paleolítico, por lo que es comprensible que la mayoría de los comportamientos instintivos que tenemos provengan de esta etapa.
  De esta época hemos heredado la mayoría de miedos y amenazas irracionales tales como la escasez de comida, ser atacados por una tribu y que te quiten todo lo que llevas encima, escasos recursos, falta de medicamentos y más.